Hace más de 400 años el célebre clarividente predijo no sólo la ascensión de Napoleón y Hitler al poder, sino también que la caída de las bombas atómicas, el asesinato de los Kennedy y el atentado a las Torres Gemelas.
Michel de Nostradamus, el clarividente más famoso de la historia, nació en 1503 en el seno de una rica familia judía convertida al Cristianismo, en el sur de Francia. Desde pequeño demostró un gran don para la lectura, los idiomas y el conocimiento de los astros. Pero no fue sino en la etapa adulta de su vida, después de recibirse de médico y casarse por segunda vez (había perdido a su primera esposa y a sus hijos por una epidemia de peste) que comenzó a manifestar el extraordinario don de la clarividencia, lo que le permitió predecir numerosos hechos futuros. Se cuenta, por ejemplo, que cuando viajaba junto a otros viajeros por Génova, se encontró con un joven monje franciscano llamado Felice Peretti. Nostradamus, al verlo, se arrodilló ante él, en medio del estupor de sus acompañantes. “No hago otra cosa que rendir el debido respeto a Su Santidad”, dijo Nostradamus a modo de explicación, aunque nadie lo entendió. Nadie se imaginaba que, muchos años después, ese mismo monje franciscano se convertiría en Papa bajo el nombre de Sixto V. Ya en la etapa final de su vida, Nostradamus predijo también la muerte del rey Enrique II, a causa de las heridas recibidas en un torneo, lo que causó una profunda impresión en la época. Todo ello le granjeó la amistad y admiración de reyes y potentados hasta el día de su muerte, a los 62 años.
A manera de fabuloso pero terrorífico “testamento” para la Humanidad, Nostradamus dejó escritas en un estilo oscuro y hermético sus famosas profecías o “prophéties”, las que dividió en 10 tomos o centurias, cada una de ellas formada a la vez por 100 predicciones de cuatro versos. Según explicó el propio adivino en la primera centuria, su técnica adivinatoria consistía en sentarse delante de un trípode frente al cual había un recipiente de cristal con agua. El sabio permanecía allí hasta que, en forma de llama luminosa, le llegaba la inspiración profética. Sus profecías hoy gozan de inmensa popularidad y se siguen analizando y estudiando con obsesión y entusiasmo. Entre sus más increíbles vaticinios, que tuvieron el valor de irse cumpliendo indefectiblemente a medida que pasaban los siglos, se encuentran los siguientes:
1.- La independencia de los Estados Unidos de América:
En la centuria IV, cuarteta 96, Nostradamus escribe que: “La hermana de las islas Británicas, / Quince años antes que su hermano nacerá, / Por su promesa demuestra ser cierta, / sucederá al reino de la balanza”.
La hermana de las islas británicas de estos versos correspondería a los Estados Unidos de América, colonia inglesa que se convirtió en república independiente en 1776, 15 años antes que Francia, país que los ayudó en la causa independentista, declarara una nueva república en 1791. El último verso aludiría a que Estados Unidos sucedió a Gran Bretaña en el reino del poder mundial, cosa que ocurrió en el pasado siglo.
2.-Nacimiento y ascenso al poder de Napoleón Bonaparte:
En la centuria 1, cuarteto LX, Nostradamus escribe que : “Un emperador nacerá cerca de Italia,/ que costará un alto precio al imperio, / dirán, los que con él se juntan, / que es más carnicero que príncipe”. ´
Los estudiosos afirman que estos versos predijeron, dos siglos antes, el nacimiento de Napoleón Bonaparte, natural de la isla de Córcega, un territorio insular de soberanía francesa ubicado frente a Italia. Con respecto al “alto precio”, este correspondería al vaciamiento de las arcas fiscales francesas hecho por Napoleón para financiar las campañas militares que lo convirtieron en amo indiscutible de Europa. El epíteto de “carnicero”, finalmente, se relacionaría con la gran cantidad de muertos y heridos que dejaron las cruentas batallas entabladas entre sus fuerzas y sus adversarios en numerosos lugares de Europa.
3.- Nacimiento y ascenso al poder de Adolph Hitler:
En la cuarteta XXXV de la 3 centuria, Nostradamus asegura que “De lo más profundo del occidente de Europa, / de gente pobre un niño nacerá, / que por su lengua seducirá a las masas, / su fama en el reino de Oriente más crecerá”.
Estos versos, según algunos, no podrían ser más certeros y se referirían claramente a Adolph Hitler. El controvertido líder nazi no sólo nació en Austria, en el seno de una familia pobre, sino que gracias a su privilegiada oratoria logró ganarse el favor de sus correligionarios y las clases populares para ser elegido Canciller de Alemania, escenario que sólo fue la antesala del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Nostradamus, haciendo gala de una clarividencia notable, en la cuarteta XXV de la 2 centuria, llega a hablar de “Hister”, un nombre demasiado parecido al apellido del Fuhrer germano: “Bestias feroces de hambre ríos tragar, / la mayor parte del campo contra Hister estará, / en jaula de hierro el grande hará llevar, / cuando nada el hijo de germano observará”. Estos versos, aparte de precisar el apellido del líder alemán, aludirían a la gran coalición de países que se opusieron a las tropas del Tercer Reich en los campos de batalla de África y Europa.
4.- La Guerra Civil Española:
En la centuria IX, cuarteta 41, se afirma que “De castillo Franco saldrá la asamblea, / El embajador no grato será cisma: /Los de Ribiere estarán en la pelea, / Y en el gran abismo negarán la entrada”.
Castillo, según los entendidos, se referiría a Castilla, la antigua región española, cuna del idioma y poder español. Franco corresponde al apellido del generalísimo de las fuerzas nacionalistas que, después del triunfo en la guerra civil, se convirtió en dictador de España durante varias décadas. Y cuando Nostradamus escribe “Los de Ribiere”, podría bien referirse al bando de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Nacional y uno de los líderes políticos del bando rebelde. Y, en el último verso, el “gran abismo” sería la Segunda Guerra Mundial, la misma guerra a la que Francisco Franco se negó a entrar.
5.-El lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki:
En la cuarteta VI de la 2 centuria, Nostradamus escribió que: “cerca de las puertas y dentro de dos ciudades, / habrá dos azotes como nunca vio nada igual, / hambre, dentro de la peste, por el hierro fuera arrojados, / pedir socorro al gran Dios inmortal”.
En el primer y segundo verso, el vidente francés se habría referido a las dos destructivas bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, mientras que los dos versos finales aludirían a la gran cantidad de daños, muertos, heridos, damnificados y lamentos que produjo el atroz ataque nuclear.
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