POLTERGEIST (Poltergeist, 1982)
Todos aquellos que tienen ya cierta edad tocante a los 30, tienen gravado en la pupila como aquella niña rubia y de aspecto inocente se aproximaba en mitad de la noche a un televisor que solo emitía ruido blanco para luego decir aquello de “ya están aquí..”. La saga de “Poltergeist” fue todo un fenómeno durante los años 80 y es considerada, por muchos, como la película maldita por antonomasia… y no es para menos, cuatro de los principales miembros del equipo fallecieron durante el rodaje de la trilogía original, entre los más sonados, el de la niña protagonista de la serie de películas, la pequeña Heather O´Rourke (Carol Anne Freeling), cuando solo tenía 12 años.
La primera víctima de “Poltergeist” fue la actriz Dominique Dunne Ellen, que interpretaba a la hermana mayor de la familia, Dana Feeling, y que falleció el 4 de noviembre de 1982 con apenas 22 años de edad. Su celoso y violento ex novio, John Thomas Sweeney, la estranguló cuando caminaba hacia su casa en West Hollywood el 30 de octubre de 1982. La joven Dominique murió en el Centro Medico Cedars-Sinaí de Los Angeles 5 días después, no llegando a recuperar la conciencia ya que su cerebro no tenía ninguna actividad debido a la falta de oxigeno. Sus padres tomaron la decisión de desconectar las maquinas que la mantenían respirando de manera artificial el día 4 de noviembre. Con su trágica muerte daba comienzo la maldición de “Poltergeist”, cuya siguiente victima fue Julian Beck.
Julian Beck fue el actor encargado de dar vida al maléfico predicador Kane en la segunda entrega de la saga: “Poltergeist II: el otro lado”. Se le diagnosticó un cáncer de estomago en 1983 que le empujó a la muerte el 14 de septiembre de 1985 con 60 años de edad.
Will Sampson, el carismático actor de origen nativo-americano que fue lanzado a la fama gracias a su interpretación en “Alguien voló sobre el nido del cuco” junto con Jack Nicholson, fue el elegido para encarnar a Taylor, el curandero indio que aparecía también el la segunda entrega de “Poltergeist”. Falleció a los 53 años, después de someterse a un trasplante de pulmón y corazón que, el día 3 de junio de 1987, le produjo con colapso renal que lo mató rápidamente.
La maldición se cerró con su víctima más famosa, la de la niña protagonista de las tres películas de “Poltergeist”, Heather O´Rourke.
La famosa Carol Anne atormentada por el asedio al que se ve sometida por los siniestros espíritus del más allá en la ficción cinematográfica, fue protagonizada por la joven Heather, una apuesta personal de Spielberg. Heather murió trágicamente el 1 de febrero de 1988, poco después de terminar el rodaje de la tercera entrega “Poltergeist III”. Heather llevaba medicándose, desde 1987, con cortisona (por eso su rostro iba “hinchándose” en las sucesivas entregas de la saga) ya que los médicos le habían diagnosticado la extraña enfermedad de Crohn. El 31 de enero, recayó de manera violenta, comenzando a gritar y vomitar. La mañana del 1 de febrero, mientras salía hacia el hospital, la niña entra en parada cardíaca. Murió en el Hospital Pediátrico de San Diego esa misma tarde después de intentar intervenirla de una aguda obstrucción intestinal, lo que le produjo un shock séptico. Casualmente, sus restos reposan hoy en el cementerio de Westwood Village, en una tumba muy cercana a la que también ocupa la que fue su hermana en la ficción, Dominique Ellen y es parada obligatoria en las visitas turísticas del “Haunter Hollywood Tour”. También se dice que el fantasma de Heather aparece, de cuando en cuando, paseándose por el edificio 19 de los estudios de Paramount Pictures, como un triste epilogo de su alter ego, atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
La saga “Poltergeist” es una de esas cintas en lo que lo paranormal que se enseña en el celuloide tiene relación con los acontecimientos “malditos” que sus protagonistas vivieron en la vida real, lo que las hace mas atractivas. Según dice la “leyenda” (o no tan leyenda, quien sabe) la maldición de “Poltergeist” estaría relacionada (como en el argumento de la primera película) por el enfado de ciertos espíritus al haber contemplado como sus restos eran profanados, pues la actriz JoBeth Williams (quien interpretaba a la madre de la familia, Diane Feerling) habría reconocido, supuestamente, que durante el rodaje de la famosa escena de la piscina se utilizaron esqueletos reales.
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