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jueves, 22 de agosto de 2013

Películas Malditas 2.


Este caso es muy reconocido, todos lo hablaron en su tiempo y fue algo que marco fuerte en la cultura pop. Estoy hablando de la película Superman del año 1978.

En el caso de Superman podríamos hablar de una doble maldición. Por un lado la maldición sobre la famosa película de Richard Donner de 1978 y, por otro lado, a la maldición que dicen pesa sobre aquellos que se atrevieron a encarnar al famoso superheroe de DC Comics.
Bud Collyer fue el primer actor en dar vida a Superman. No prestó su físico para ello, sino solo su voz, pues Collyer fue en encargado de recitar los diálogos del superheroe en la serie de radio y dibujos animados de los años 40 y 60. Bud Collyer murió por “leves problemas circulatorios” pocos años después. Kirk Alyn, que encarnó a Superman en 1948 y 1950 nunca más volvió a conseguir un papel como actor. Estos, no serían más que hechos anecdóticos en comparación con lo que luego sucedería con los sucesivos actores encargados de personificar al más famoso de los superheroes.

El siguiente en la lista fue George Reeves, que dio vida al personaje en la popular serie televisiva de los años 50, “Las aventuras de Superman”. Reeves fue hallado muerto en su habitación el 16 de junio de 1959 a los 44 años de edad. La leyenda urbana afirma que Reeves se volvió loco y, como Bela Lugosi, su personaje llegó a apropiarse de la personalidad del actor que lo encarnaba, de tal manera que Reeves saltó por la ventana disfrazado de Superman creyendo que, de verdad, era capaz de volar. Aunque lo que en realidad sucedió fue que Reeves fue hallado por la policía de Los Angeles con un disparo en la cabeza y una Luger de 9mm tirada a los pies. Aunque se dictaminó la causa de la muerte como un suicidio, nunca estuvo del todo claro que mató en realidad a Reeves. La película Hollywoodland, protagonizada por Ben Affleck y Adrien Brody dramatiza a investigación de la muerte de Reeves y muestra las tres hipótesis que los investigadores barajaron con respecto a ella: un homicidio “accidental” por parte de Leonore Lemmon (que era la novia de Reeves), asesinado por un anónimo sicario contratado por Eddie Mannix (un alto cargo de la Metro-Goldwing-Mayer del que se dice que Reeves tenía un romance con su mujer) o el suicidio. De cualquier forma, el personaje de Superman ya se había cobrado su segunda víctima.

El siguiente actor encargado de dar vida a Superman y que pasó a engrosar la lista negra de victimas de la maldición fue el más recordado de todos ellos, Christopher Reeve. Reeve había aprendido a montar a caballo en 1985 para el rodaje de Anna Karenina, a pesar de tener alergia a los caballos, esta se curó pronto por si sola y Reeve comenzó a ser un entusiasta de la equitación, llegando a adquirir una yegua “pura sangre” y competir en algunas exhibiciones. El 27 de marzo de 1995, en una competición que se estaba celebrando en Culpeper, la yegua de Reeve se negó a saltar un obstáculo y catapultó al actor hacia las vallas. El casco le salvó de cualquier clase de lesión cerebral, pero su cuerpo se precipito al suelo, destrozándole la primera y segunda vertebra, condenándole a quedar inmóvil de cuello hacia abajo y mantener la respiración mediante aparatos asistidos. El 9 de octubre de 2004, entró en parada cardíaca, cayó en estado de coma y murió 18 horas después, el día 10 de octubre, en un Hospital de Nueva York. Tenía 54 años.


Idéntica suerte corrió Richard Lester, director adjunto de Superman II y Superman III, que tuvo un accidente montando a caballo en el que sufrió una rotura de pelvis y murió poco después debido a una hemorragia interna.

Richard Pryor, el popular actor cómico norteamericano que compartió protagonismo con Reeve en Superman III, murió  prematuramente víctima de una esclerosis múltiple.

Por último, la actriz canadiense Margot Kidder, que interpretó el papel de la novia de Superman, Lois Lane, en la popular saga cinematográfica de los años 70 y 80, tuvo un accidente automovilístico en 1990 que a punto estuvo de valerle su vida. Sin embargo, Kidder ocupó portadas de revistas y varios programas de televisión cuando, en 1996, sufrió un extraño episodio de amnesia. Desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía al aeropuerto, permaneciendo en paradero desconocido durante más de tres días. Finalmente, la policía de Los Angeles la encontró “asustada y paranoica” escondida en el jardín de una casa de Glendale (California). Margot se había destrozado los dientes, había rasgado su ropa y cortado el pelo a navajazos. Los médicos dictaminaron que no se encontraba bajos los efectos del alcohol ni de las drogas, aunque ella aseguraba que huía de alguien. A raíz de ello se la ingresó en un Centro Psiquiátrico en donde se le diagnosticó alguna clase de trastorno bipolar que ha marcado toda su vida desde entonces.



                                            Christopher Reeve en su papel mas importante, el cual lo hizo saltar a la fama.

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