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lunes, 7 de octubre de 2013

LA MÁGICA TIERRA DE CEMENTERIO


Un arma letal en brujería

Desde siglos atrás y en diversas culturas, ha existido la creencia de que la tierra de cementerio es capaz de desatar grandes males puesto que contiene las energías propias de los sufrimientos de los difuntos y de los vivos que los lloran, así como de las almas en pena que rondan entre las pálidas lápidas del camposanto. Por eso se la ha empleado y aún se la emplea en terribles rituales de magia negra, que pueden causar una simple enfermedad, o hacer que la víctima caiga en el abismo insondable de la muerte...


La importancia de los cementerios


El cementerio es el sitio a donde van a parar nuestras pálidas y descarnadas osamentas después de que la muerte nos ha llevado. Dependiendo principalmente de la cultura y las tradiciones del lugar, los cadáveres pueden meterse en féretros, sarcófagos o ataúdes, o bien envolverse en telas para ser depósitados en nichos, mausoleos o algún otro tipo de recinto funerario.



La palabra "cementerio" proviene de la palabra latina "cemeterium", originada a partir del vocablo griego "koimetérion"; ambas palabras, la griega y la latina, remiten por igual al significado "dormitorio". Según la escatología cristiana, es en el camposanto donde los cuerpos descansan hasta que el Día de la Resurrección, donde todos seremos sometidos a un segundo juicio (el primero es el de nuestra muerte individual) y los elegidos resucitarán en cuerpo y alma. Por su parte, y de forma muy similar al "polvo eres y al polvo volverás" del cristianismo, los musulmanes tienen lo siguiente en el versículo 20/55 del Corán. ‹‹De ella (la tierra) os creamos, a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez››.
Por otra parte y más allá de particularidades religiosas, los cementerios no solo detentan la energía del individuo sino del grupo, generalmente en su concreción como familia. Así, es muy común, sobre todo en cementerios grandes o de gente adinerada, encontrar enormes mausoleos que pertenecen a familias enteras, muchas veces con varias generaciones de muertos.

Sanar o matar, la ambivalente tierra de los cementerios

Los cementerios, pese a la imagen lúgubre y a veces tétrica que presentan, han sido, en ciertos espacios de la cultura popular, asociados a la buena suerte. Por ejemplo, una creencia que durante siglos estuvo muy difundida, y que aún perdura hoy pero con menos fuerza, fue la de los poderes mágicos y sanadores de la tierra proveniente de tumbas de santos o de aquellos que, por morir demasiado temprano (bebés y niños pequeños), eran vistos como seres puros y sin maldad. Sobre aquella costumbre y su apogeo en el Medioevo, tenemos una cita de Beda el Venerable en que se cuenta que: ‹‹muchas personas cogían tierra de la tumba de San Osvaldo, y, mezclándola con agua, la daban de beber a los enfermos y éstos se curaban.››


Pero, de manera antagónica, junto a la creencia de la virtud curativa de la tierra de sepulcros de santos, se desarrolló y expandió la creencia de que la tierra de cementerio tenía y transmitía "malas energías" a la gente. Cabe sin embargo acotar que ambas creencias no necesariamente se excluyen, porque la una tiene como objeto a un tipo muy particular y escaso de muertos, mientras que la otra habla de la tierra de cementerio en general, por lo que el sentido común nos permitiría suponer que los santos constituyen una excepción a la regla; aunque, si es ese el caso, es igualmente lógico suponer que las tumbas de gente muy virtuosa pueden tener tierra beneficiosa, mientras que las tumbas de asesinos y narcotraficantes, por ejemplo, tendrían energías particularmente terribles y, las del habitante común, si bien en primera instancia deberían tener energías neutras, visto con más meticulosidad no es así pues: 1) en general, salvo en casos de sabios, santos e iluminados, la persona atraviesa angustia y confusión por un periodo que prácticamente siempre abarca el lapso que dura en descomponerse el cuerpo físico, 2) los vivos acuden a llorar y lamentarse por sus muertos al cementerio, por lo que esta energía de dolor impregna la energía de la tierra de toda tumba cuyo propietario no sea espiritualmente eminente, 3) hay muchas almas penando en el cementerio, y esta energía de sufrimiento y desorientación se disipa por el camposanto en general.
Un ejemplo de la fuerza que tiene hoy en día la segunda creencia (la de la energía negativa del cementerio), mucho más difundida y aceptada que la primera, lo vemos en Colombia, donde se cree que, si uno hace una visita al cementerio, experimentará una sensación de cansancio y abatimiento porque el cementerio le habrá robado fuerzas con su mala energía y sus entes parasitarios, tales como sombras (shadow people, muchas veces imperceptibles), almas en pena o cascarones astrales de energía negativa. De todas formas, ante eso se recomienda tomar una ducha de agua tibia con alcohol, a la manera de una limpia, o bien echarse azúcar en los pies para así ahuyentar los males que uno atrajo, creencia (la de atraer males) que vemos bien marcada en Chile, donde se cree que, traer a casa tierra de cementerio pegada en los zapatos, puede desatar abundantes infortunios para uno y sus convivientes.

Magia Negra y tierra de cementerios

La tierra de cementerio está impregnada principalmente con las energías astrales de los difuntos, y en magia negra se la emplea como un elemento tremendamente destructivo, que puede participar desde rituales de amarre (rituales para "conquistar" a alguien...), hasta rituales para enfermar gravemente o incluso matar, siendo éstos últimos algo tan terrible cuando se ejecuta entre la 1 y las 3 de la madrugada (sobre todo a las 3 am, un martes), que aquí no nos atrevemos a exponerlos...
tierra-de-cementerio4Son por ello, aquellos rituales para matar en que se emplea tierra de cementerio, parte esencial de lo que se podría denominar como el "sicariato esotérico contemporáneo", ya que el usuario, por cuenta propia, podrá constatar cómo, en las páginas web de anuncios de distintos países, existen brujos y brujas que ofrecen liquidar a nuestros enemigos, a cambio de sumas de dinero que a veces son tan grandes como las que cobra el sicariato real: 300, 500, 800 euros incluso... Ahora: ¿por qué prolifera tanto este negocio? Aparte de la superstición y los testimonios de efectividad sobre tales hechizos, estas prácticas proliferan porque los códigos penales, al ser regulaciones pretendidamente objetivas, no las consideran como delitos, de modo que, en caso de que sirvan, quienes las pagan pueden perjudicar impúnemente.
Pero, los negocios de brujería con hechizos que emplean tierra de cementerio, no se limitan al sicariato esotérico, sino que también se plasman en ofertas para romper relaciones de pareja, hacer fracasar negocios, alejar personas o enfermarlas.
Por otro lado, también toda esta cultura brujeril de la tierra de cementerio, ha llevado a que, en determinados locales, se vendan pequeñas funditas de tierra de cementerio, muchas veces diferenciada según el sexo del difunto, a fin de que los hechizos puedan ser más efectivos. Por ejemplo, en Lisboa hay tiendas que ofertan bolsas de 250 gramos a 12,95 euros, con la cínica etiqueta de "para potenciar maldiciones y hechizos"... Ahora, y tal como sucedía en la Edad Media con los cuernos de unicornio (que en verdad eran cuernos de narval, vendidos a varias veces su peso en oro...), podrían estarnos estafando y vendiéndonos tierra común...

Por último, y para que se vea la seriedad que el tema de la tierra de cementerio tiene en el campo del conocimiento ocultista e incluso pseudocientífico, podemos citar lo que José Dekovic, terapeuta bionergético, radiestesista y vicepresidente de la Sociedad de Radiestesia de Chile, dice en su artículo Radiestesia: Elegir una vivienda sana; citamos: ‹‹Otra fuente de problemas que se dan en algunos inmuebles y que, indudablemente, conviene avisorar oportunamente, se debe a la prevalencia de ciertos fenómenos generados por lo que se denomina 'tierra de cementerio'. Tierra de cementerio es un concepto genérico que puede significar diversas cosas, a saber: i) material que efectivamente procede del suelo de un cementerio moderno o antiguo, ii) material que se origina o pertenece a lugares donde antiguamente se llevaban a cabo ceremonias ritualísticas funerarias con sacrificios de seres humanos o de animales, iii) es tierra o material que se encuentra en lugares donde ocurrieron hechos de violencia y donde hubo mucho sufrimiento, dolor, rabia, agonía, impotencia, muerte, etc., y iv) material que se relaciona con artefactos o cacharros arqueológicos, mismos que han sido extraídos o robados en excavaciones en lugares donde estaban emplazados cementerios, lugares ceremoniales, etc. Su presencia en una vivienda adquiere proporciones desastrosas para la salud y la calidad de vida de sus moradores, puesto que constituye una garantía casi segura de ruina, enfermedad y muerte. Cuando se detecta la prevalencia de tierra de cementerio en un determinado lugar, ella conlleva la desagradable presencia o intrusión de entidades astrales parasitarias -espíritus desencarnados o energías malignas y malévolas-››.

Un ritual paradigmático:

De entre todos los rituales efectuados con tierra de cementerio, dos son los más representativos: el ritual para dominar, y el ritual para matar. Aquí no pondremos el segundo por razones éticas pues, por más diminuta que sea la probabilidad de que el hechizo funcione, exponerlo podría constituir darle un arma letal al usuario. Sin embargo, y considerando que la supuesta efectividad de estas prácticas se basa en gran parte en supersticiones y teorías no verificadas, expondremos a manera de cierre el ritual para dominar, que es como sigue:
Elabore con tela negra un muñeco que represente a la persona a la cual desea controlar. Consiga tierra de cementerio e introdúzcala dentro del muñeco, de ser posible al punto de rellenarlo con ésta. Hecho lo anterior, espere a una noche de luna menguante, preferiblemente a la medianoche o a las tres de la madrugada; llegada esa noche, haga lo siguiente: clávele tres alfileres: uno en el abdomen, otro en la frente, y el último en el corazón, pronunciando (con convicción en la propia fuerza psíquica, concentración e intenso deseo de dominación), mientras hace eso, el siguiente conjuro: "Por siempre serás mi esclavo y nadie podrá alejarme de ti. Yo y nadie más que yo podrá dominarte".







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