The Holder of Nothing (El Portador de la Nada)
En cualquier cuidad, en cualquier pueblo, ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación a la que tengas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar aquel que se hace llamar “The Holder of Nothing”. Deberá una mirada de enorme disgusto impregnar el rostro del empleado. Serás entonces llevado a un edificio distinto, uno que aparenta ser una antigua casa de madera. Dentro habrá un aparentemente interminable corredor más extenso que la casa misma.
Estará completamente en silencio. Intentar hacer un ruido en el momento equivocado es un severo y lamentable error. Te darás cuenta de que las luces en el corredor se irán haciendo más y más brillantes mientras te abres camino hacia el final, pronto siendo cegado por su resplandor. Si en algún momento las luces se apagan, rápidamente grita “¡No!, ¡alto! ¡Lo que estás haciendo está mal!”, mientras retrocedes. Si las luces no vuelven, retírate por la puerta que entraste; debería seguir abierta, ojalá no estés muy lejos de la entrada como para que la puerta cierre. Si lo hace, una eternidad en el infierno sería por mucho preferible a lo que sufrirás.
Si las luces regresan, continúa caminando por el corredor. Al final del pasillo habrá una única celda; el empleado la abrirá para ti mientras te mira con disgusto. Dentro de la celda habrá un excéntrico pastiche de colores dispuesto en diversas formaciones como arlequines. No debes ser distraído por ellas. En el centro del lugar estará una joven mujer desnuda, cubierta en sangre y atada por tiras de tendón humano. Si quitas tus ojos de ella aunque sea por un momento, te destruirá total y completamente. Solo responderá a una pregunta: “¿Qué eran ellos cuando eran uno?”.
Ella te mirará directo a los ojos y dirá la respuesta en increíble detalle. Será distinto a todo lo que hayas oído; estarás al borde tanto del éxtasis como la agonía por sus meras palabras. No es raro para un buscador perderse en la euforia. Como sea, la peor cosa que puedes hacer es ver el tatuaje en su pecho. Tu mente estará tentada a mirarlo, pero debes resistir. Si no lo haces, y estúpidamente colocas tu vista sobre él, caerás victima de sus terribles poderes. Te desollará vivo y añadirá tu carne a sus ataduras, y quedarás atrapado con ella, totalmente consciente, por el resto del tiempo.
El tatuaje es el objeto 4 de 538. Ellos desean ser uno otra vez, pero no deben serlo.
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