Estamos hablando del suceso de parapsicología más importante de todo el S.XX. Un suceso que hasta la fecha ha seguido siendo un misterio, un hecho inexplicable e inquietante que puede ser una prueba de "algo" más allá de la vida tal y como la concebimos.
Ocurrió en 1971, de repente, en el suelo de la cocina de una casa de Belmez (Jaén, España) apareció la cara de una mujer a la que se le dio el nombre de La Pava. Se avisó a vecinos, autoridades y expertos pero no se encontró explicación alguna. Así que cuatro días más tarde se picó el suelo y el mismo albañil cubrió el raspado con una nueva capa de cemento. Pero esto no hizo más que demostrar que ahí pasaba algo raro de verdad... la Pava volvió a salir en el mismo lugar en el que fue arrancada.
Se realizó un agujero de 3 metros de profundidad para descubrir el origen de este fenómenos y, para el asombro de todos, aparecieron huesos humanos. Restos de personas que fueron enterradas hace años en ese mismo lugar y que, compartían todas una característica espeluznante: A LOS RESTOS HUMANOS LE FALTABAN LOS CRÁNEOS. Estos restos correspondías a un antigüo cementerio que se ubicaba exactamente bajo de la casa donde aparecieron las caras.
Tapado el agujero y a los pocos días volvió a aparecer La Pava y, esta vez, estaba acompañada de nuevas caras e incluso cuerpos.
El cuerpo que más llamó la atención fue el de un feto con una cabeza desproporcionadamente grande. Su origen se le atribuye al hijo que nunca tuvo la propietaria María Gómez Cámara. Un hijo del que abortó casi apunto de nacer y con medios rudimentarios en la cocina de la casa.
En fin, la historia se alargó y cogió cuerpo, su nombre se registró y el fenómeno se conoce oficialmente como "Las caras de Belmez" e, incluso años después, en 2004 se encontraron nuevas caras que luego resultaron ser un fraude propiciado (presuntamente) por el ayuntamiento de la localidad y la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) con el fin de intentar conseguir una notoriedad turística de la zona.
Resulta pues, que la explicación, la teoría más científica y lógica de este fenómeno es el fraude por parte la propietaria pero, no está claro.
Primero, existen pruebas que se contradicen entre ellas y una invalidan otras.
Segundo, si se hizo con motivo económico. Con el fin de lucrarse a base de curiosos y medios de comunicación que se querían informar del fenómeno. Pero fue justamente la propietaria, la que descubrió las caras, la que rechazó su carácter monetario. La persona que se puso en contra de sacar un provecho económico de las caras de Bélmez.
Tercero, hacia años que en la casa y en la zona ocurrían "cosas raras": se oian voces, ruidos de procedencia enigmática e incluso son varias las personas que aseguran ver un espíritu de un hombre en el patio de la casas.
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